El pasado 14 de marzo despegó a las 8:25 AM despegó con éxito la tercera misión de Starship desde la base de la compañía de Elon Musk en la playa de Boca Chica, en el sur de Texas, la cual busca devolver a la humanidad a la luna.
De acuerdo con la compañía de Musk, serán necesarias muchas otras pruebas para asegurarse de que el artefacto funciona, siendo este su tercer intento, luego de otros dos que acabaron accidentadamente.
En el primer intento, el 20 de abril de 2023, la nave fue destruida a propósito cuando se produjo un fallo en la separación de sus dos etapas, el propulsor encargado de elevar la nave (Super Heavy) y la nave misma.
En el segundo, el 18 de noviembre del mismo año, llegó al espacio, pero no alcanzó la altitud programada, aunque las dos partes del cohete se separaron correctamente. En este tercer intento, al cabo de unos minutos, Super Heavy y Starship se separaron sin problemas, aunque el propulsor se perdió de regreso, cuando lo que estaba previsto es que aterrizara de vuelta.
Se conoce que buscan probar nuevas ideas que vuelvan a generar incertidumbre sobre el desenlace de la misión. Por ejemplo, que ambas etapas pueden ascender con éxito, se consiguió además, que la puerta de la carga útil operara correctamente, la que se debe abrir para liberar los materiales que la nave lleve al espacio, algo que también se ha realizado con éxito, o que la nave es capaz de regresar a la Tierra de forma controlada.
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