La entrada de Irán en los BRICS, que se hará oficial el 1 de enero de 2024, significa la incorporación de un país abiertamente opuesto a Estados Unidos. ¿Qué tipo de repercusiones podría tener esto en el grupo?
Estas y otras preguntas fueron respondidas a Sputnik por el geógrafo y profesor de relaciones internacionales Jorge Mortean, máster en estudios regionales del Medio Oriente en el país persa y actual doctorando en geografía política en la Universidad de São Paulo (USP).
Para el especialista en estudios iraníes, la entrada de Teherán en los BRICS (alianza que encabezan Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) representa una ganancia tanto para el nuevo integrante como para los anfitriones, ya que «tenemos la semiperiferia y la periferia del mundo uniéndose», afirmó en referencia a la teoría del sistema-mundo de las relaciones internacionales, popularizada por Immanuel Wallerstein.
«¿Qué sería la semiperiferia? Se trata de países con un grado de desarrollo tecnológico-industrial aún importante, que sirven de puentes para transmitir los flujos comerciales (inversiones, capitales). Son grandes mercados y tienen un cierto poder de defensa en sus respectivas regiones».
Estas características, para Mortean, definen la posición que ocupan las naciones BRICS más que cualquier relación económica. En este punto, el grupo de países, que ahora se está expandiendo para convertirse en BRICS+ con la incorporación de Irán, Egipto, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Etiopía (y, tal vez, Argentina) forma una agrupación antisistémica.
«En otras palabras, proporciona un contrapunto a toda la llamada hegemonía occidental de los países desarrollados, es decir, Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, que a pesar de ser del este, es un este más occidentalizado que nunca. Por tanto, ofrece una nueva posibilidad para el orden mundial», resumió.
Relaciones entre Teherán y Pekín: una vía de doble sentido
Mortean también destaca que, como proyecto liderado por China (el país con mayor protagonismo económico y científico de todo el grupo), la entrada de Irán es «sumamente importante, especialmente para China«. De hecho, subraya, ambos tienen mucho que ganar con el cambio.
Desde la Revolución iraní de 1979, señala Mortean, la nación persa ha experimentado un cierto aislamiento diplomático debido a su retórica de confrontación contra Occidente y su principal aliado regional, Israel. De esta forma, la entrada de Irán en el grupo ayuda a abordar las necesidades tecnológicas, científicas y comerciales de Teherán.
«Las sanciones y embargos impuestos por Occidente desarrollado a Irán tienen un efecto importante en la vida diaria iraní», apuntó el estudioso.
El geógrafo pone como ejemplo el caso de la aviación civil. Hasta el día de hoy, el país no puede importar piezas para el mantenimiento de los aviones. «Se trata de aviones comerciales adquiridos a las grandes industrias aeronáuticas hace más de 30 o 40 años. Es un milagro que estén volando«, explicó.
«Como sufren este embargo, incluso desarrollaron ingeniería inversa y realizan trabajos de mantenimiento y fabricación de piezas (…), lo cual es vital para el país».
Otro punto destacado por el investigador es que, con la entrada en los BRICS, Irán tendrá acceso a un banco de desarrollo y oportunidades para ampliar su balanza comercial en monedas distintas al dólar y al euro, como el yuan. «Abre una puerta muy ventajosa para los iraníes».
¿Qué gana China?
A su vez, China también tiene mucho que ganar con la entrada de Irán en el grupo, no sólo en términos económicos sino también geopolíticos.
Para empezar, el país persa es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pues opera como uno de los principales productores de hidrocarburo y gas natural del mundo, además de contar con grandes reservas inexploradas.
En segundo lugar, Irán forma parte de los planes de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, que contempla la creación de nuevos caminos para el flujo de la producción industrial del gigante asiático.
Irán no sólo tiene una población de casi 90 millones de habitantes, lo que lo convierte en un gran mercado de consumo, sino que también se encuentra «exactamente en el cruce de Oriente Medio, Europa y el resto de Asia».
Esto le otorga una posición estratégica en la Iniciativa de la Franja y la Ruta. «Está en el centro, geográficamente hablando, del gran proyecto chino de logística, infraestructuras e inversiones», señala Mortean.
«Irán está cubierto principalmente por la vía terrestre de esta ruta, que llevaría carreteras y, principalmente, infraestructura ferroviaria. Así que sí, la presencia de Irán en esta expansión del grupo está aún más justificada».
Fuente: Sputnik
Entérate también: CIA encontró nueve naves extraterrestres en diferentes partes del mundo