El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, afirmó durante un discurso a la nación, que dio la orden de «disparar a matar«, sin previo aviso, contra los manifestantes que vienen ocasionando graves disturbios en los últimos días, a quienes calificó como «bandidos».
«Di la orden a los órganos de la policía y el ejército de disparar a matar sin previo aviso», dijo el presidente, al alertar de que no dialogará «con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros», expresó el presidente.
El mandatario señaló que «los terroristas continúan dañando la propiedad estatal y privada y utilizan sus armas en contra de los ciudadanos».
«Desde el extranjero se escuchan llamados a las partes para llevar a cabo conversaciones con el fin de una solución pacífica. ¡Qué tontería! ¿Cómo se puede dialogar con criminales y asesinos?», argumentó el jefe de Estado.
«La operación antiterrorista continúa».
Por otro lado, el presidente advirtió que «los combatientes no han depuesto las armas, continúan cometiendo crímenes o se preparan para cometer nuevos. Hay que llevar la lucha en contra de ellos hasta el final. Los que no se rindan serán eliminados».
Fuertes protestas
Hace varios días en el país Kazajistán, se han venido registrando fuertes protestas y disturbios por el alza del precio del gas. Es por eso, que dicho gobierno impuso un estado de emergencia sólo en Almaty, la capital financiera del país, así como en la provincia de Mangistau y en la capital administrativa, Nur Sultan.
El presidente kazajo, Kassym Jomart Tokayev, declaró que los teléfonos móviles así como el internet fueran bloqueados durante las protestas.
La finalidad del estado de emergencia es restringir la libertad de movimientos, incluyendo a los transportes, así como también se prohíbe los eventos masivos y reuniones familiares por nacimientos, bodas y velatorios. Además, se introdujo un toque de queda entre las 23H00 y las 07H00 locales.
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