El Juzgado de menores de Tarragona ha condenado a ocho años de internamiento en un centro especializado a un joven que dio una paliza y arrancó los ojos a un vigilante de seguridad de un hotel de Cambrils.
La víctima, de 62 años, estuvo casi 80 días en el hospital y quedó ciego y en estado vegetativo por este ataque ocurrido el 6 de Julio del año pasado por los delitos de intento de homicidio, daños y lesiones.
El condenado tenía 17 años cuando agredió al vigilante mientras sufría un trastorno esquizofreniforme que provocó una disminución severa de sus capacidades intelectuales. El 6 de julio del año pasado estaba alojado con su madre en el hotel cuando sufrió un brote psicótico y empezó a destrozar la habitación.
Por eso fue la víctima que intentó calmar al agresor. Sin embargo, empezó a recibir una paliza con patadas y puñetazos que provocó las lesiones oculares entre otras. Como no se calmaba acudieron agentes de los Mossos d’Esquadra y uno de ellos, defendido por el sindicato Uspac, sufrió lesiones en la nariz y el brazo cuando el joven le propinó un puñetazo para intentar quitarle el arma.
Internamiento por conformidad
La sentencia es por conformidad y ahora debe dirimirse la responsabilidad civil en otra vista en el mismo juzgado. El sindicato mostró su satisfacción por la sentencia, ya que la máxima pena por estos delitos en menores es de diez años. El joven está en internamiento en régimen cerrado terapéutico dictada por el juzgado a consecuencia de estos delitos.
El menor había protagonizado cuatro episodios violentos antes de su detención en L’Hospitalet de Llobregat.
Internamiento para menor se procesó sin contratiempo.
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