En redes sociales, se viralizó la llegada de una pareja a un hospital de Mariúpol al sureste del país acechado por las tropas rusas.
La pareja, llevaba a su hijo de 18 meses, herido tras un bombardeo, envuelto en una manta llena de sangre.
Lamentablemente, el niño no sobrevivió, lo que causo dolor no solo a sus padres, sino a los doctores que le atendieron y no lograron salvar su vida.
Día tras día son muchas las personas inocentes que sufren a causa de los bombardeos.
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