El Ministerio Público (MP), inicia la presentación de los elementos de convicción para acreditar los diferentes tipos penales a 12 detenidos por el secuestro y asesinato del revolucionario Carlos Lanz.
A través de su cuenta Twitter, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó sobre el desarrollo de la audiencia de imputación donde los fiscales del MP presentan ante el juez dichos elementos.
Saab agregó que el procedimiento incluyen a Maxyoriosol Cumare, presunta autora intelectual del delito de sicariato en contra de Lanz, así como a los demás cómplices del hecho.
Más temprano, Cumare fue trasladada para la audiencia de presentación al Palacio de Justicia, esto luego de la exposición del delator Glenn Castellanos este jueves, refirió AVN.
Cumare fue custodiada por efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
La evidencia testimonial dada a conocer por el fiscal el pasado día miércoles, verificada en la audiencia de delación de Castellanos este 7 de julio, da cuenta que Cumare, esposa de Lanz, pagó 8 mil dólares para el sicariato del revolucionario.
Otros de los involucrados, delatados por Castellanos, es Tito Viloria y su pareja, quienes sacaron de su casa el pasado 8 de agosto de 2020 al profesor Lanz, y bajo engaño propiciaron su secuestro por parte de dos sicarios en la Autopista Regional del Centro, Aragua, para luego llevarlo a una finca en Cojedes, dónde fue asesinado y desmembrado.
Inicia la investigación de los hechos
Maxiorisol Cumare, también conocida como “Mayi”, es acusada como autora intelectual, se le imputará la supuesta comisión de sicariato, asociación para delinquir, corrupción y simulación de hecho punible.
Ademá a Alyeska Berenice Gil Cumare (hijastra) y Abyayala Esperanza Lanz Cumare (hija), le serán imputados delitos por encubrimiento y simulación de hecho punible, informó la página del Ministerio Público (MP) venezolano.
El MP logró determinar la participación de estas personas luego de un proceso investigativo que llevó a la ubicación de una doméstica, Maryuri Acevedo, quien trabajó por más de 20 años en la residencia del profesor asesinado y reveló grandes secretos que guiaron a los funcionarios a los homicidas directos e intelectuales.
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