Sergio, lo llaman sus vecinos, pero su nombre es Fidel Ontiveros, es famoso en el municipio Capacho Nuevo del estado Táchira por haber innovado al hacer combustible de forma artesanal con botellas de plástico recicladas y asegura que no es contaminante.
La escasez de gasolina y principalmente en Táchira, fue el motor que impulsó a Fidel Ontiveros , quien vive en la calle Bella Vista, sector Urrego, parte alta de El Valle, municipio Capacho Nuevo, a buscar alternativas para solucionar su problema. Luego de varios proyectos, logró obtener combustible del plástico.
Según reseñó el Diario La Nación, Fidel es un innovador que, de manera empírica y con cero recursos, desarrolló un proyecto para producir diversos combustibles a pequeña escala en su hogar. El proceso es parecido al de un alambique, aunque el impacto es diferente.
Fidel construyó una máquina empíricamente y asegura que es capaz de romper la cadena molecular del plástico a través de un proceso llamado pirólisis , convirtiéndolo en combustible de alta calidad, según sus vecinos.
Fidel no tiene ningún estudio técnico ni profesional, apenas alcanzó el sexto grado de primaria, pero sí posee mucha imaginación y creatividad; además le gusta indagar en el inmenso universo del internet
Las idea de Sergio o Fidel es contribuir a detener la contaminación ambiental «Si dicen los estudios que el plástico se demora 400 años para deteriorarse yo lo desaparezco del mapa en 4 horas. De este proceso sale el gasoil, gasolina, kerosene y grasa», aseguró.
«No es contaminante, le echo a mi moto y el olor no es desagradable», detalló.
¿Cómo es el proceso?
Primero viene la selección del plástico que vamos a reciclar, luego lo molemos con una picadora que construí con una tina y un motor de lavadora; y para cortar, una hojilla de guadaña. Una vez picado el material, lo introducimos en el reactor, donde es sometido a un proceso de pirólisis.
Se trata de una máquina que fabriqué con una resistencia de 220, un termo cúpula, un extintor con tubería de media, un condensador, un reloj de presión que marca la temperatura de unos 400 a 500 grados. Cuando la temperatura está muy alta se baja, o viceversa.
Narró que al comenzar la condensación, suben los gases, pasa por un sistema de enfriamiento que elaboró con un tobo con agua, una bomba de un cuarto de caballo de fuerza, un radiador de carro; y cae en líquido. “Ese sistema es muy importante para evitar que recaliente y el primer combustible (materia prima), salga frío.
Ese proceso se repite una segunda vez y es cuando se extraen los distintos productos combustibles. El tiempo estimado es de 3 a 4 horas”, explicó.
Gracias a las gestiones del Ministerio de Ciencia y Tecnología, esperan los resultados para conocer el octanaje de la gasolina.
Tanto el popular Sergio como sus vecinos, esperan que puedan industrializar su proyecto.
“Lo que yo me imagino, lo hago”
De acuerdo a La Nación, en el 2019, Fidel generó hidrógeno para impulsar vehículos, pero, a pesar de que logró aislar estas moléculas del agua, desistió por el nivel de peligrosidad que implica. Después hizo un gasificador a base de leña, pero tampoco le gustó porque exigía un consumo muy elevado de materia prima.
El problema de la gasolina continuaba. Entonces comenzó a investigar sobre un proceso llamado “pirólisis”, que vuelve a un estado natural algo que ha sido transformado. En este caso Fidel trabajó con plástico. “Yo no lo inventé, eso ya estaba inventado. Solamente innové y, en dos pasos, saco gasolina”, aseguró y agregó que empezó con 250 minilitros, subió a medio litro y ahora hace tres litros de combustible, que equivalen a procesar tres kilos de plástico. “Lo que yo me imagino, lo hago”, comentó sonriendo.
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