El destacado diplomático ruso Boris Bondarev, destinado en la misión permanente del país ante las Naciones Unidas en Ginebra, anunció que deja su cargo debido a su desacuerdo con la «invasión» de Ucrania por parte de Moscú.
El consejero de la misión permanente de Rusia ante la ONU, ha salido dando un portazo: «La agresión desatada por Putin contra Ucrania, y de hecho contra todo el mundo occidental, no es sólo un crimen contra el pueblo ucraniano, sino también, quizás, el crimen más grave contra el pueblo de Rusia».
No hubo comentarios de la misión permanente rusa ante la ONU ante esta dimisión, una poco habitual admisión pública de disgusto que ha causado el ataque a Ucrania entre el cuerpo diplomático.
Como norma general, los diplomáticos de las embajadas rusas pasaron los meses de diciembre, enero y febrero diciendo públicamente que pensar en Rusia atacando Ucrania era un disparate. A partir del 24 de febrero, pasaron a argumentar que la incursión rusa había sido inevitable. Pero Bondarev dijo basta. Tal y como confesó a Reuters: «Fui a la misión como cualquier otro lunes por la mañana, envié mi carta de renuncia y me fui». «Empecé a imaginar esto hace unos años, pero la escala de este desastre me ha llevado a hacerlo», dijo, refiriéndose al ataque ruso a Ucrania el 24 de febrero. Bondarev trabajaba en el área de control de armas. Desde hoy en su perfil de LinkedIn, tiene la insignia de búsqueda de empleo.
Preguntado por si algunos colegas pensaban lo mismo, explicó: «No todos los diplomáticos rusos son belicistas. Son razonables, pero tienen que mantener la boca cerrada». Cree que su caso podría convertirse en un ejemplo, aunque no hay garantías. «Si me procesan… entonces aunque otras personas quieran seguir, no lo harán», dijo a AP.
Razones del diplomático
Según su versión, planteó sus razones contra la invasión al personal de alto nivel de la embajada en varias ocasiones. «Me dijeron que mantuviera la boca cerrada para evitar ramificaciones», dijo. Su poderosa declaración está escrita en inglés. Dice haberla enviado por correo electrónico a unos 40 diplomáticos.
Ucrania había instado a los diplomáticos rusos a renunciar en un debate del Consejo de Derechos Humanos en marzo. Este nuevo disidente anunció su marcha a primera hora de la mañana. «Estudié para ser diplomático y he sido diplomático durante veinte años», escribió Bondarev, que habló con cariño y amargura del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia: «Se ha convertido en mi hogar y mi familia. Pero simplemente ya no puedo compartir más esta ignominia sangrienta, estúpida y absolutamente innecesaria».
Bondarev no espera que otros sigan su camino. «Me temo que soy el único». «Con una letra Z han tachado todas las esperanzas y perspectivas de una sociedad libre próspera en nuestro país», lamenta en su texto. «Aquellos que concibieron esta guerra solo quieren una cosa: permanecer en el poder para siempre, vivir en palacios pomposos e insípidos, navegar en yates comparables en tonelaje y coste a toda la Armada rusa, disfrutar de poder ilimitado y total impunidad».
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