Татьяна (Tatiana) voló 14 horas desde Rusia a Venezuela, para visitar zonas turísticas de este país, incluida la idílica isla de Margarita.
Hicimos kayak, vimos flamencos y pelícanos», dice a BBC Mundo esta rusa de 43 años, que dice que ha visitado ya unos 30 países.
Pero Venezuela no estaba en sus planes; ir era «muy caro» y «no había conexión directa».
«Vimos una nueva ruta, vimos que había vuelos directos y queríamos ver algo nuevo, sin temor a quedar atrapados en alguna escala» por el coronavirus, continúa esta mujer, que viajó a Venezuela con su esposo.
Caracas, que mantiene una limitada oferta de vuelos internacionales por la crisis, que supuso la salida de muchas aerolíneas, y por el coronavirus, inauguró en mayo una ruta aérea directa con Moscú, operada por la estatal Conviasa.
Una muestra más de la cercana relación entre los gobiernos de Venezuela y Rusia que trasciende lo turístico, ha permitido que se retome la visita de extranjeros a disfrutar de la belleza de nuestro país.
En agosto, la Isla de Margarita comenzó a recibir vuelos desde Moscú a través de compañías turísticas internacionales, como la rusa Pegas Fly o Pegas Touristik.
Entonces, «sin pensarlo dos veces», Tatiana y su esposo planearon su primer viaje al lejano Caribe.
«Compramos los billetes unos días antes de la salida», con la advertencia de que el vuelo «podía cancelarse en cualquier momento porque la situación con los vuelos no estaba clara», agrega.
Estuvieron 12 días en el país; además de Margarita, visitaron la isla de Cubagua y también sobrevolaron en helicóptero el famoso Salto Ángel.
«Vale la pena volar durante muchas horas para ver esto», sigue Tatiana, que tiene más de 35 fotos y videos en Instagram de su viaje por Venezuela, en los que predominan los azules celestes.
«Este es el país más colorido de Sudamérica, con una naturaleza prístina, que ha preservado intacta su belleza y naturaleza de los colores», escribió en una de sus publicaciones.
Como ella y su esposo, otros 5.500 turistas de nacionalidad rusa han aterrizado en los últimos meses en Margarita, una preciosa isla del Caribe que durante décadas recibió a un gran número de viajeros de distintas partes del mundo: italianos, españoles, canadienses, brasileños, peruanos, argentinos, ecuatorianos, entre otros.
Es de destacar, que la ocupación hotelera en la isla de Margarita en septiembre fue de 44%, seis puntos más que en agosto.
Para el presidente de la Federación de Hoteles de Venezuela, Alberto Vieira, los vuelos directos con Rusia han ayudado «considerablemente» al sector, «aunque sea por medio del sector público».
Arnaldes explica que cuando «hay entendimiento y todo fluye de manera positiva» entre dos gobiernos «los mercados comienzan a desarrollarse».
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