El principal productor de crudo de China está sentando las bases para reactivar la producción en Venezuela, al tiempo que el presidente Nicolás Maduro finaliza la legislación para atraer más inversión internacional.
En este sentido, un importante inversionista en la nación de la OPEP, China National Petroleum Corp (CBPC), envió ingenieros y personal comercial allí y se encuentra examinando compañías locales para trabajos de mantenimiento en una instalación de mezcla de petróleo que opera con Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), dijeron personas con conocimiento directo de las acciones de la firma, que pidieron no ser identificadas porque la información no es pública.
CNPC también se puso en contacto con proveedores de servicios locales para impulsar potencialmente la producción de crudo en otras cinco empresas mixtas con el productor estatal venezolano, señalaron.
Las sanciones más estrictas de Estados Unidos contra el gobierno del presidente Maduro y la agitación del mercado petrolero en los últimos años han dejado a Venezuela aislada y sin la muy necesaria inversión extranjera para sostener la producción.
El país ahora intenta recuperarse con una legislación que otorgue a los socios internacionales más control sobre las operaciones.
No obstante, funcionarios de CNPC y PDVSA no respondieron a los mensajes en búsqueda de comentarios, reseñó Bloomberg.
Si bien las medidas de CNPC aún son preliminares, son las primeras señales de que uno de los socios internacionales más importantes de Venezuela está considerando seriamente regresar al país después de dos años de escasa inversión.
El productor chino aún tiene que tomar medidas clave, como firmar contratos de adquisición o servicios con empresas locales.
Las sanciones de EEUU podrían ser un factor de disuasión. Si bien el gobierno de Maduro tiene la esperanza de que el presidente estadounidense, Joe Biden, sea más suave con Venezuela que su predecesor, no está claro si la Casa Blanca flexibilizará las políticas que prohíben la mayoría de los negocios con PDVSA.
La Administración Biden hasta ahora se ha mostrado reacia a comprometerse con el líder autoritario.
Para el Presidente Maduro, CNPC sería un importante inversionista, en tanto que busca triplicar la producción de crudo del país para fines de este año. Venezuela, que posee las mayores reservas de petróleo del mundo, experimentó una caída en la producción cuando salieron los socios internacionales.
La producción actual de alrededor de 500.000 barriles por día es aproximadamente una sexta parte de la producción máxima en 2008.
En 2016, CNPC era uno de los actores extranjeros más grandes del país, cuando producía alrededor de 170.000 barriles por día, según datos de PDVSA. Su producción cayó un 75% en julio, luego de que las sanciones estadounidenses hicieran más difícil hacer negocios en el país y el financiamiento de la estatal petrolera se agotó.
En 2019, una de las unidades de CNPC detuvo el trabajo para expandir la capacidad de la instalación de mezcla, citando “una situación extremadamente difícil” del proyecto. Meses antes, Maduro se había comprometido a producir 1 millón de barriles “solo para China”, luego de una visita al país.
Con el objetivo de atraer inversiones, la Asamblea Nacional está redactando una ley energética que permitiría a las empresas extranjeras poseer una participación controlada en las empresas conjuntas que operan con PDVSA.
La propuesta ha encontrado cierta resistencia y no está claro cuándo se someterá a votación en la legislatura.
Las nuevas reglas, junto con el aumento de los precios del petróleo, podrían hacer de Venezuela un “lugar muy rentable para reiniciar trabajos”, dijo Francisco Monaldi, experto en la industria petrolera venezolana de la Universidad Rice.
“No creo que sea el inicio de una etapa gigantesca de producción, sino la vuelta de CNPC a un nivel de producción de más de 100.000 barriles” al día, lo que ayudaría a PDVSA a pagar la deuda, indicó.
Es probable que casi toda la producción de CNPC se exporte a China, lo que ayudaría a pagar la deuda de Venezuela con la nación asiática. Desde 2008, Pekín ha prestado al país alrededor de US$60.000 millones, una parte sería reembolsada con envíos de petróleo crudo.
La deuda se ha reestructurado a medida que las finanzas de Venezuela se deterioraron y ahora asciende a unos US$19.000 millones, según Ecoanalítica, una consultora de Caracas.
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