Estado Unidos abandonó de manera estrepitosa Afganistán señalando que el objetivo nunca fue la construcción de una nación.
Tras 20 años de bombardeos, masacres y persecución contra el pueblo afgano bajo la premisa de la «lucha contra el terrorismo».
«Nuestra misión en Afganistán nunca fue la construcción de una nación. Nunca fue crear una democracia unificada y centralizada», reveló el Mandatario estadounidense Joe Biden en declaraciones para justificar la salida de las fuerzas estadounidenses y el retorno de los Talibanes al poder en medio de la huida del «Gobierno» que contó con el apoyo de los norteamericanos.
La intención nunca fue la construcción de una nación
«Nuestro único interés nacional vital en Afganistán sigue siendo hoy lo que siempre ha sido: prevenir un ataque terrorista en la patria estadounidense», indicó Biden, quien en un esfuerzo por argumentar esta medida acudió al discurso anticomunista y rusofóbico señalando que «a China y Rusia no les gustaría nada más que EEUU siga gastando dólares indefinidamente en Afganistán».
En un esfuerzo por levantar la imagen de las FFAA estadounidenses que se vio trastocada por los videos donde se observa la huida de los militares norteamericanos, Biden advirtió a los talibanes que tomaron la capital afgana para que permitan la retirada sin obstáculos o «se enfrentarán a una fuerza devastadora».
Tras entrar en Kabul, el portavoz de la Oficina Política de los Talibanes, Mohammad Naeem, declaró que «la guerra ha terminado en Afganistán» y que pronto estarán claros el tipo de gobierno y el régimen que se implantarán en el país.
Paralelamente, Ashraf Ghani renunció a la presidencia y huyó del país para evitar enfrentamientos con los insurgentes y un «derramamiento de sangre».