La crisis de Afganistán lleva a la Unión Europea (UE) a abogar por la creación de un Ejército europeo que permita a los países del bloque no depender de EE.UU.
En una entrevista con el diario estadounidense The New York Times, el jefe de la Diplomacia de la UE, Josep Borrell, confirmó el miércoles que la crisis en Afganistán demostró la dependencia del bloqueo europeo de EE.UU. aseverando: “Fuimos a Afganistán colectivamente, pero la decisión de retirarnos se tomó en Washington”.
“Nuestra completa dependencia de Washington en el proceso de retirada es una llamada de atención para nosotros”, agregó Borrell, advirtiendo que los eventos en Afganistán “nos alertan para desarrollar nuestra capacidad de actuar estratégicamente”.
El jefe de política exterior europea describió la toma de Afganistán por los talibanes como “un duro golpe para Occidente y algo triste para los afganos”.
Destacó que Europa trabajará en los próximos 10 años para definir su brújula estratégica, a través de un plan que incluye propuestas para establecer una fuerza militar de reacción rápida.
No es la primera vez que Borrell aboga por la creación de un ejército rápido europeo. En una entrevista publicada el lunes, el titular europeo afirmó al periódico italiano Il Corriere della Sera que los gobiernos de la UE deben impulsar una fuerza europea de reacción rápida para estar mejor preparados para crisis futuras como la de Afganistán. El jefe de la diplomacia europea pide crear una “fuerza de entrada inicial” de 5000 soldados.
La idea de un ejército europeo propio para actuar en las situaciones como la de Afganistán se refuerza después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, rechazara la petición de los líderes europeos para alargar el plazo de las operaciones de evacuación en Afganistán más allá de la fecha originalmente prevista del 31 de agosto, lo que pone en evidencia la debilidad de la política exterior europea y su dependencia de Washington.
El regreso de los talibanes al poder es un gran fracaso para la misión de EE.UU. y sus aliados de manera que incluso las autoridades occidentales admiten que la intervención militar extranjera en Afganistán ha sido inútil y un total fiasco.
El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos, a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que invadió el país centroasiático en 2001, so pretexto de combatir a Talibán y dar respaldo técnico al Ejército afgano. Sin embargo, además de no cumplir su objetivo, la situación se ha agravado con la ola de desplazados afganos que buscan salir como sea del territorio nacional por temor a una nueva guerra civil.
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