José Antonio Díaz Fernández, leyenda venezolana del karate, siente «impotencia» tras dejar escapar la medalla de bronce en Tokio ante su rival estadounidense, Ariel Torres, pero emocionado reconoció que «logró todas las metas».
El venezolano, que realizó una demostración de un kata muy técnico, el ‘Chatanyara Kushanku’ puntuada con 26,34 no logró vencer por poco el espectacular kata ‘Anan’ de su rival, valorado en 26,72.
«Mi último kata» y «toda una vida con esto» acertaba a decir emocionado el venezolano a los medios en la zona mixta.
El karateka Díaz no pudo evitar las lágrimas tras la ovación que recibió desde las gradas de parte de compañeros de otras selecciones, que mostraron su cariño hacia uno de los deportistas más conocidos y exitosos.
«Me emocionó mucho la respuesta de todos los compañeros», aseguró. De su participación en los Juegos afirmó que «fue muy emotivo, aunque», dijo, «me hubiese gustado llevarme la medalla».
También espera que esta actuación en Tokio sirva para traer de vuelta al tatami olímpico este deporte, «quizá en los Ángeles» y tal vez él «poder formar parte como entrenador».
En Tokio, Díaz era consciente del momento de su carrera y arriesgó con un kata difícil: «Sabía que era un kata que tiene bastante riesgo, era la estrategia que tenía que hacer y me siento tranquilo, no me arrepiento de nada».
Se despide de la competición, pero no del deporte, al que le debe mucho y también al país anfitrión.
«Le debo mucho a Japón y a muchos maestros», dijo despidiéndose contento de hacerlo desde los Juegos de Tokio.