El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una caída del 4,37 % y se situaba en 67,76 dólares el barril, arrastrado, una vez más, por los temores que despierta la expansión de la variante ómicron del coronavirus.
A las 09.15 hora local (14.15 GMT) en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en enero restaban 3,10 dólares respecto al cierre anterior.
Los temores por la continua expansión de la variante ómicron y las medidas de restricción que se puedan imponer para evitar su expansión se han apoderado de los ánimos de los inversores, que temen que la nueva variante pueda impactar en la demanda de combustible.
«Realmente estamos viendo cómo ómicron se propaga como la pólvora, y eso pesa sobre la confianza», dijo la directora de inversiones de FlowBank, Esty Dwek, citada por The Wall Street Journal.
La variante ómicron ya pesó la semana pasada en el WTI que en el cómputo semanal perdió un 1,13 %.
La semana pasada también, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) adelantó que esperaba una relajación de los elevados precios globales del petróleo para 2022 debido al aumento de la producción, la liberación de reservas, el incremento del refino y la irrupción de la nueva variante de la covid-19.
En el informe semanal sobre el mercado de petróleo, la agencia planteó que la demanda mundial de crudo reducirá temporalmente su recuperación, pero sin frenarla, debido al nuevo aumento global de casos de covid, y volverá en 2022 a sus niveles prepandemia.
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