El campeón olímpico Brasil derrotó a México por 4-1 en la definición por penales, tras mantenerse el 0-0 en los 120 minutos de juego, y se clasificó a la final del torneo de fútbol masculino de los Juegos de Tokio, este martes en Kashima, tomándose revancha de la caída por el oro en Londres-2012.
En la final del sábado en Yokohama, la Canarinha enfrentará al ganador del duelo entre España y Japón, que este mismo martes en segundo turno en Saitama definían el segundo finalista.
Un día antes, el Tri Olímpico peleará por la medalla de bronce frente al perdedor de la segunda semifinal.
Tras un partido intenso en el primer tiempo que fue cayendo de nivel en el segundo y sobró la prolongación por las escasas situaciones de gol, Brasil festejó la victoria gracias a una tapada de Santos desde los 12 pasos a Eduardo Aguirre y un remate desviado de Johan Vásquez, combinado con la eficacia de Dani Alves, Gabriel Martinelli, Bruno Guimaraes y Reinier al rematar.
Carlos Rodríguez fue el único mexicano que movió la red desde el punto penal.
Brasil, oro en 2016, plata en 1984, 1988 y 2012, y bronce en 1996 y 2008, sigue a paso firme en su objetivo de convertirse en bicampeón olímpico.
Un partido de mayor a menor
En un primer tiempo intenso, Brasil fue apenas mejor que los mexicanos, tuvo más posesión e hizo trabajar al portero tricolor Guillermo ‘Memo’ Ochoa, pero sobre el final el Tri Olímpico reaccionó y estuvo a punto de marcar en un puñado de ocasiones claras.
A los 14 minutos, Ocho le ahogo el grito de gol al lateral Guilherme Arana y cinco minutos más tarde Paulinho volvió a avisar. A los 23, el capitán Dani Alves, muy activo, le quemó las manos a Ochoa con una bomba de tiro libre y Brasil ya pedía gol.
Eso pudo ocurrir a los 28, cuando Douglas Luis entró al área y se le cruzó a Joaquín Esquivel. El árbitro búlgaro Georgi Kabakov pitó un penal inexistente, que luego corrigió apoyado en el VAR.
Ese aviso hizo reaccionar al Tri, que sobre el final de la etapa mostró su rebeldía. Primero Luis Romo (42), tras pase de Uriel Antuna desde la derecha, exigió a Santos con un remate muy bien desviado al córner por el portero sudamericano.
Y ya sobre el cierre, gran contra de México con Sebastián Córdova centrando para Antuna, quien quedó mano a mano con Santos, remato y su tiro fue sacado por Diego Carlos cuando tenía destino de gol. De ese córner, Henry Martin cabeceó y por centímetros el Tri no se adelantó.
La segunda arrancó con menos ritmo, tal vez porque ambos entendieron que el partido podía ser largo.
Un remate de lejos de Martin (46) y luego mucha marca y fricción, en una tarde en la que Richarlison, el delantero más desequilibrante de la Canarinha en este torneo, no aparecía y tampoco estaba el goleador del ciclo olímpico Matheus Cunha, baja por lesión muscular que fue reemplazado por Paulinho en el once titular.
La tensión subió con el correr de los minutos, las fricciones fueron moneda corriente y los porteros, que habían tenido un buen primer tiempo, prácticamente fueron espectadores de lujo.
A los 83, un cabezazo de Richarlison al poste, tras centro de Alves, fue la única acción de verdadero peligro en 45 minutos.
En la prórroga la tensión no disminuyó, pero la calidad del juego bajó por el cansancio de los equipos. Los técnicos movieron el banquillo para meter piernas frescas y asegurarse al menos los penales. Apenas un remate de larga distancia de Arana (104) casi impide lo que parecía cantado. En resumen, fueron 30 minutos para acumular presión.
En la lotería de los penales, Santos resultó decisivo con su primera tapa a Aguirre y luego la perfección de los brasileños en el ejercicio de los 12 pasos ante Ochoa catapultaron al once de André Jardine a la gran final.